martes, 25 de septiembre de 2012

STRAND BOOKSTORE

Hace unos días decidí dar un paseo por East Village y alrededores. Es un barrio que, al margen de Union Square y Washington Square, apenas lo conozco. Inicialmente asociado al Lower East Side, fue creando su propio espacio y personalidad hasta tal punto de convertirse en la cuna de la contracultura neoyorkina durante la década de los cincuenta y sesenta, como hogar de beatnicks, hippies, artistas y músicos.

Dejando de lado la mítica sala de conciertos CBGB, abierta a principios de los setenta, ya cerrada y lugar de encuentro de los primeros grupos punk de la escena americana (Ramones, Blondie, Talking Heads, Television, Dictators o Cramps entre otros), uno de los sitios que tenía curiosidad en visitar era Strand Bookstore. Es una de las librerías con más solera y renombre en New York (presumen de 18 millas o más de 2´5 millones de libros), que aparece en cualquier guía de viajes de New York (Fodor´s, Lonely Planet...). De hecho, además de los new yorkers (mejor dicho, yankees) que se pasan horas buscando ofertas, libros descatalogados, desconocidos o de reciente lanzamiento, es frecuentado precisamente por numerosos turistas (soy testigo...).


Situada más o menos en el límite entre Greenwich Village e East Village, tenía un recuerdo muy lejano de la última vez que estuve. No sé exactamente cuándo, quizás en el 2002 ó 2003. Me vino a la cabeza una imagen de librería casi decrépita, vieja, inundada de libros sin orden ni clasificación. Y cuál fue mi sorpresa esta vez al ver a una ¨nueva¨ Strand Bookstore. Desconozco si la han renovado o bien mi memoria me confunde, pero la encontré cambiada, más agradable, con la sensación de saber qué y dónde encontrar, con un personal muy atento y dispuesto a ayudarte. La librería sigue teniendo ese toque antiguo, un tanto  ¨demodé¨ y austero en su interior, pero con una colección de libros por temática que  impresiona.


No sé hasta qué punto suscribo el comentario que leí recientemente en un foro sobre esta librería: es el lugar ideal para el turista que quiere comprar una bolsa con el logo de Strand, para el desempleado o jubilado o para el lector ¨pretencioso¨; en cambio, no es el lugar ideal para los asmáticos, para los estudiantes que quieren vender sus libros y para la gente que que busca un libro específico. Me ahorro los comentarios. Lo cierto es que ¨The Strand: a true New York experience¨.

Y no podía salir de Strand sin un libro... Tenía presente la lista que The New York Times había publicado tiempo atrás sobre The 10 Best Books about New York, que espero que me sirva para conocer a fondo la idiosincracia del habitante de NY. Solo una de las referencias la había leído hacía tiempo, como ¨La hoguera de las vanidades¨ de Tom Wolfe. Me decidí por ¨Here is New York¨, escrito por E.B.White en 1949. Promete.


Mientras estaba de camino a casa me he tropezado con estas imágenes que te plantean hasta qué punto los libros en formato físico tiene fecha de caducidad.  Expositores en la calle con multitud de libros con precios entre 5 ó 8 dólares por unidad. Quizás es una fantástica oportunidad para ¨decorar¨ cualquier librería de casa por un módico precio de 200 ó 300 dólares en plan Ikea. Incluso se podría negociar un precio por kilo en vez de por unidad...

Lo cierto es que la eclosión de los libros digitales ha provocado una auténtica revolución del sector que afecta a toda su cadena de valor (impresores, distribuidores, editoriales, autores, tiendas...y consumidores). Hace escasas semanas Amazon lanzó por todo lo alto su último gadget tecnológico, Kindle paperwhite, que ofrece unas prestaciones en lectura sorprendentes, con un precio muy asequible y un considerable catálogo de libros.

Sin embargo, lo que realmente llamó la atención no es tanto las novedades que aporta cada uno de estos nuevos soportes, sino que del total de las ventas realizadas por Amazon en libros en el 2011, por primera vez las ventas en soporte digital superan a las ventas en soporte físico. Por ejemplo, en Inglaterra desde principios del 2012 por cada 100 libros que se vendían en formato tradicional, se vendían otros 114 en formato digital.

Cuando Amazon, la librería más grande del mundo (en todo caso ¨just a book broker¨ según Barnes&Nobles), presenta estas cifras, me planteo si los libros tienen un futuro similar a los discos en vinilo o incluso en CD, o sea, para  coleccionistas y nostálgicos...

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